El martes 3 de agosto de 2021, el estado de Florida reportó el mayor número de ingresos hospitalarios pediátricos por COVID en la nación. Solo ese día, 46 niños con casos confirmados de COVID-19 fueron admitidos en hospitales de Florida y 22 adicionales fueron hospitalizados con casos que se sospecha sean de esa enfermedad. Además, un análisis del Miami Herald encontró que el aumento más pronunciado durante el último mes se ha visto entre los niños floridanos menores de 12 años.
Esta noticia llega mientras los padres y estudiantes de todo el estado se están preparando para el comienzo del año escolar, que en muchos condados de Florida comienza la próxima semana.
En respuesta a estos acontecimientos, el portavoz del Partido Demócrata de Florida, José Dante Parra, emitió la siguiente declaración:
“La alta tasa de admisiones pediátricas por COVID-19 del martes es una noticia aterradora, ya que los padres de Florida y sus hijos están a punto de embarcarse en un nuevo año escolar. Nuestro enfoque debe estar en como mantener seguros a los niños y sus familias en este momento en que los casos de virus continúan aumentando mientras los estudiantes se preparan para regresar a las aulas en todo el estado.
“Desafortunadamente, estos niños probablemente regresarán a entornos innecesariamente peligrosos porque, en medio de un aumento sin precedentes en los casos de COVID-19, el gobernador decidió prohibir a los distritos escolares adoptar precauciones de salud pública para reducir la tasa de infecciones.
“La irresponsabilidad desmedida del gobernador DeSantis en este asunto va más allá de lo imaginable. La evidencia científica no puede ser más clara: las mascarillas ayudan a frenar la propagación del COVID-19. Su decisión de prohibir que los distritos escolares requieran el uso de mascarillas es cruel e indignante, especialmente en lo que respecta a los niños menores de 12 años, que actualmente no son elegibles para la vacunación.
“La medida de DeSantis, diseñada para complacer a los extremistas radicales anti-mascarillas en su propio partido con vistas a una contienda presidencial en el 2024, ha mostrado a los floridanos cuán retorcidas son sus prioridades. En la mente del gobernador, sus ambiciones políticas son más importantes que la salud y la vida de los niños de nuestro estado “.