El miércoles 3 de noviembre, en una “conferencia de prensa” que se sintió más como un mítin político, el gobernador DeSantis pidió la creación de una oficina de aplicación de la ley en todo el estado dedicada a combatir los delitos electorales. Según un documento obtenido por POLITICO, la nueva agencia tendría un costo de casi $6 millones.
Esto ocurre a pesar de que el propio Gobernador afirmó en febrero de este año que: “El resultado de 2020, desde una perspectiva administrativa, fue que Florida tuvo la elección más transparente y eficiente del país”.
En reacción a las declaraciones del gobernador, el presidente del Partido Demócrata de Florida, Manny Díaz, emitió la siguiente declaración:
“Una vez más, el gobernador DeSantis demuestra que no está gobernando para la gente de Florida, sino para un grupo radical de aficionados de las teorías de conspiración y provocadores extremistas en la base republicana. Estas personas están empeñadas en mantener viva la Gran Mentira de Donald Trump y presionar para lograr leyes electorales cada vez más restrictivas que dificultarían que los grupos de electores que no estén alineados con su agenda de extrema derecha pudieran hacer sentir sus voces en las urnas.
“Solo hizo falta una amenaza de Roger Stone para postularse como gobernador para lograr que DeSantis solicitara esta nueva agencia costosa e innecesaria que representa un despilfarro irresponsable de los fondos públicos.
“Si estuviera realmente interesado en mejorar las elecciones en nuestro estado, presionaría para dirigir más dinero a la División de Elecciones, que tiene tan pocos fondos y personal que actualmente están reportando los números de inscripciones de votantes con más de 3 meses de retraso.
“Desafortunadamente, en la Florida de DeSantis, el financiamiento público y la política están siendo impulsados por las ambiciones políticas del gobernador y su deseo desesperado de complacer a la base radical de su partido, no por las necesidades de los residentes del estado.
“Gastar casi $6 millones en esta iniciativa claramente política es verdaderamente indignante. Quizás debería exigírsele que lo declare como una contribución de campaña por parte de los contribuyentes de Florida. En el análisis final, eso es todo lo que es”.