Días antes de las protestas nacionales planificadas en Cuba programadas para el lunes 15 de noviembre, informes desde el interior de la isla dejan en claro que el régimen dictatorial del país ha intensificado sus esfuerzos para reprimir la disidencia e intimidar a personas y grupos de oposición para que no participen en estos eventos cívicos pacíficos.
En reacción a estos informes, el presidente del Partido Demócrata de Florida, Manny Díaz, emitió la siguiente declaración:
“El derecho a reunirse pacíficamente para solicitar un cambio a su gobierno es un derecho humano que no se debe negar a nadie, en ningún lugar del mundo. Lamentablemente, como ha sucedido durante más de seis décadas, el régimen dictatorial cubano está demostrando una vez más que no hay derecho que no esté dispuesto a pisotear para permanecer en el poder sin ser retado ni cuestionado.
“Se debe permitir que el pueblo cubano exprese sus deseos y aspiraciones de cambio. Las protestas previstas para el 15 de noviembre serían vistas por cualquier gobierno legítimo como una oportunidad para escuchar los agravios de la población y cambiar sus políticas para abordarlos.
“Desafortunadamente, el régimen comunista ilegítimo que ha empobrecido y brutalizado al pueblo cubano durante décadas no está equipado para escuchar y cambiar. Entiende que, si realmente hiciera caso a las demandas de sus ciudadanos, tendría que abandonar el poder de inmediato y dar paso a un proceso democrático que seguramente desmantelaría el triste, destructivo y violento legado de más de sesenta años de castrismo.
“Los patéticos y mendaces intentos del régimen de culpar a Estados Unidos y al embargo económico por el sufrimiento del pueblo cubano simplemente no resisten un escrutinio serio. No se equivoquen, la gente está saliendo a las calles pidiendo “libertad” porque saben que es el modelo de sociedad represivo y fallido impuesto brutalmente por este régimen comunista el que es directamente responsable de sus males.
“Insto al Gobierno de los Estados Unidos a utilizar todas las herramientas diplomáticas y económicas a su alcance para apoyar los derechos humanos del pueblo cubano. Los ciudadanos de la isla han sido atacados por su propio gobierno durante demasiado tiempo, y debemos hacer todo lo posible para apoyarlos mientras se preparan para ejercer su derecho a la libre expresión y reunión pacífica “.